Tres ventajas para que las empresas utilicen la factura electrónica

Todas las administraciones públicas europeas facturarán electrónicamente a partir del 18 de abril

Según el último estudio sobre la situación de la factura electrónica en el mundo, más del 60% de los países utiliza la factura electrónica en sus relaciones comerciales. En algunas ocasiones, el impulso de utilización de la e-factura viene dado por los gobiernos a través de diferentes normativas y, en muchas otras, son las propias empresas las que deciden comenzar a facturar electrónicamente.

La factura electrónica no deja de ser una factura, es decir, es un justificante de entrega de bienes o prestación de servicios, y tiene la misma validez legal que una factura en papel. Para que una factura sea electrónica, debe ser expedida y recibida en formato digital. El incremento de la seguridad y el ahorro de tiempo y de dinero son los principales motivos que llevan a una empresa a comenzar a facturar electrónicamente».

IMPULSO DEFINITIVO

Los expertos sostienen que, si 2019 fue un año clave para la universalización de la factura electrónica, se prevé que 2020 sea el año en el que la entrada en vigor de su obligatoriedad tome el impulso definitivo. Así, «el pasado 18 de abril, las Administraciones Públicas centrales de los países de la Unión Europea comenzaron a emitir y recibir facturas en formato electrónico. Según establece la normativa 2014/55/UE, las Administraciones Públicas locales y regionales adoptarán la e-factura el 18 de abril de 2020, por lo que, a partir de dicha fecha, el 100% de las Administraciones Públicas europeas estarán facturando electrónicamente».

EN ALZA EN ESPAÑA

Al igual que en la mayor parte de países del mundo, «en España, el uso de la factura electrónica está en constante crecimiento. En 2018, el uso de la factura electrónica en nuestro país se incrementó un 14,92% respecto de 2017, y se espera que en 2019 la tendencia siga en alza. En los últimos años, asistimos a un fuerte crecimiento orgánico de la factura electrónica entre las empresas españolas, que va amplificando su capilaridad geográfica y sectorial. Las medianas empresas siguen siendo el colectivo de usuarios de e-factura más importante y, al mismo ritmo, con menor escala, sigue creciendo el número de grandes y medianas empresas usuarias. Del mismo modo, por sectores se mantiene el liderazgo del sector Servicios, seguido por Industria y, a más distancia, el Sector Primario.

Entre las ventajas que aporta la factura electrónica, tenemos:

1. AHORRO EN COSTES DE FACTURACIÓN

Frente a la factura tradicional, la emisión de facturas electrónicas supone un ahorro de casi el 70%, debido a que se reducen los costes en la manipulación de papel, sellado, gestión de tesorería, archivo de documentos, etc. Mientras que, en la recepción, pasar del papel a lo electrónico supone que los costes estimados para su introducción en los sistemas internos, validación, archivo, etc. se reducen de forma considerable, permitiendo un ahorro del 65%.

2. AHORRO DE TIEMPO Y OPTIMIZACIÓN DE PROCESOS

La facturación electrónica acorta los tiempos de entrega de las facturas y reduce todo el proceso de pago entre empresas o entre usuarios y empresa. En emisión, se estima que el tiempo manual dedicado a la creación, impresión, manipulación y ensobrado, envío y archivo por factura en papel es de 1 minuto y 33 segundos; mientras que, con la factura electrónica, el tiempo de creación, envío y archivo pasa a ser de 30 segundos. En recepción, con la factura en papel son necesarios unos 9 minutos para la recepción, manipulación del correo, verificación y revisión de la factura, registro de datos en el sistema y archivo manual; mientras que sólo 2 minutos y 30 segundos son los que se necesitan para la recepción, verificación, revisión, registro y archivo de una factura electrónica».

3. REDUCCIÓN DEL IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

La factura electrónica es, además es respetuosa con el medioambiente. Cada millón de facturas en papel precisa de 10.000 Kg de madera. Al pasar al formato electrónico, ese millón de facturas evita la tala de 56 árboles y se reduce un 0,72 Tm emisiones de CO2.