Las pymes sienten una presión constante para aumentar el ritmo de crecimiento y al mismo tiempo reducir los costes.
Por lo que frecuentemente invertir en nuevas tecnologías, aun reconociendo sus ventajas, supone una decisión delicada. Para abordar la implementación de nuevas soluciones es imprescindible, no sólo analizar los costes sino también analizar la compañía, sus ineficiencias y las ventajas que ofrece la tecnología a través de valores cuantitativos que permitan garantizar un retorno positivo.
La incertidumbre que provoca el uso de nuevas soluciones ERP es una de las mayores barreras en la implementación de nuevas tecnologías. Al no tener datos subjetivos de sus beneficios y garantías de su retorno para muchas pymes el ERP es una herramienta “opcional”, que, aunque simplifica el control y ejecución de los procesos, puede que no represente alguna otra ventaja que vaya más allá de la inversión inicial, o que incluso, pueda ser un proyecto que no tenga un retorno sustancial de la inversión.
Para tener el retorno de la inversión (ROI) de un ERP controlado y abordar la transformación con plenas garantías es importante tener todas las variables en cuenta, tanto los factores claves de la inversión como los beneficios tangibles e intangibles que puede aportar.
Variables cuantitativas:
- Coste de la implementación del software.
- Coste de las licencias.
- Coste de la consultoría.
- Formación inicial y continua en los módulos del software.
- Migración en caso de ser necesaria.
- Coste de las infraestructuras bien locales o en la nube.
- Coste del mantenimiento y actualizaciones.
La forma efectiva de calcular el retorno de la inversión de una solución ERP, debe comenzar por cuantificar estas variables, para después estimar la eficiencia ganada por los equipos gracias a la solución ERP, en cuanto agilidad y precisión en su día a día.
Los procesos son más ágiles y en parte automatizados gracias a la conectividad del ERP con otras herramientas como la gestión documental, la inteligencia de negocio o la gestión de proyectos, que en un ERP integral incluso están nativamente conectados. Pero también permite tener una trazabilidad en tiempo real de los documentos necesarios de los procesos de ventas y compras, lo que garantiza mayor eficiencia y productividad en los equipos.
Además de estos beneficios “tangibles” hay que tener en cuenta que el ERP garantiza mayor seguridad e integridad de los datos, tanto internos como los datos que provienen de fuentes externas. Las soluciones ERP en la nube, protegen la información y garantizan su accesibilidad.
Un Software ERP debe permitir a las empresas ser escalables, gracias a un mejor control del negocio y a una tecnología que apoye su crecimiento. Esto impactará directamente en los equipos y en la calidad de su trabajo, lo cual es la mejor garantía para conseguir un rápido retorno de la inversión en un ERP.